lunes, 28 de enero de 2013

Tráeme de Vuelta

Vuelve pronto, ¿ya?
Regresa para continuar nuestra plática, para estar de acuerdo o en completo desacuerdo.
Regresa para jugar, reír y gritar.
Regresa también a pelear y a poner nuestras caras largas.
Regresa para ser cómplices de vida. Para ser felices.
Para tomar la siesta, para no perder la curiosidad ni la inocencia.
Regresa para llenar el hueco en mi pecho.
Para verte de novia, de mamá, de esposa y de amante.
Regresa para ir de pesca y morder los anzuelos de la suerte.
Regresa para correr en busca del sol.
Regresa para no extrañarnos, y de paso, para que yo no muera.

Vuelve, mientras tanto, como fuego, para que quemes mi pena.
Como melodía, girasol o vino, para no perder mis sentidos.
Vuelve como árbol para que me cobijes en tu sombra.
Como mar inmenso y calmo para no olvidar tu mirada.
Vuelve como agua helada a calmar mi sed.
Como viento huracanado para que te lleves, a tu paso, mi temor.
Como tormenta, con truenos y relámpagos, los días domingo.
Vuelve como ave para seguir a tu lado el vuelo.
Vuelve como luz cegadora a iluminar mi dolor escondido.
Como cielo, para que no haya un solo lugar donde no estés.

Arriba con regalos para ti.
Arriba con la fuerza hecha mujer, arriba con las estrellas, mi sonrisa retorcida y la playa.
Con el tiempo, que te llevaste sin permiso. Con mis brazos, para poder abrazarte.
Arriba solo con tu libertad como equipaje.
Con la mirada fija en el horizonte y la guerra en el bolsillo.
Arriba con los corazones que te llevaste, ambos, el tuyo y el mío.
Con el alma ligera y el espíritu expectante.
Arriba descalza, con el destino en tus manos.
Arriba con mi paciencia perdida y mi coraje mermado.
Arriba con tus ganas intactas y tu miedo muerto.

Vuelve tú y tráeme de vuelta.