En la historia de Las mil y una noches, el sultán
Shahriar, loquito de despecho y herido en su orgullo de macho persa que se respeta, se casaba cada noche con una muchacha
virgen a quien decapitaba a la mañana siguiente de la luna de miel por si las
cochinas moscas volaban y a la consorte se le ocurría engañarlo como hizo la
primera mujer que tuvo.
En el difícil y dudoso caso de que
Magaly Medina hubiese sido elegida por Shahriar para desposarla, la periodista
habría perdido la cabeza después de este único polvo, más por burra que por
fea.
El sábado pasado vi la penosa y
lamentable entrevista de Magaly con el actor turco Halit Ergenc, conocido por
estos lares como Onur, el hijoeputa
millonario que ofreció a la dulce Sherezade 75 millones de liras turcas a
cambio de un choque y fuga en la telenovela Las
mil y una noches, que medio Perú, incluido este pechito, sigue con interés
todos los días.
Magaly, una pequeña diosa en el medio
repleto de Millets, Jean Pauls, Meros Loco, Doritas y Genis Alves,
probablemente cree que le ha ganado a todos y dejó de hacer su tarea. Llena de
soberbia, estimó que no era necesario hacer una investigación previa al trabajo
asignado, leer sobre el lugar que visitaría, o conocer a la persona a quien iba
a entrevistar. Pensó que era suficiente con retocarse las raíces, una manicure express, depilarse el bigote y listo.
Ella ya estaba preparada para conversar con el actor turco. El resultado, como
era de esperarse, fue vergonzoso.
Empecemos con lo básico. Magaly no
habla inglés. El nivel de inglés que ostenta es peor que el del pata de Open English: “Coman mamey”. No hay excusas para eso. No puedes trabajar años en
televisión, ganar un culo de dinero, tener todos los medios a tu disposición y
ostentar (según sus palabras) el privilegio de viajar a Estambul, para
preguntarle al actor turco: “do you
like?” (para saber si le gusta el
pisco que está tomando). O decirle “this
a small gift for yur(your) son”, mientras le entrega una chompita. No me
jodas. Eso pasa cuando estás ocupada cambiándote la cara en un quirófano en
lugar de preocuparte por ser mejor. Digno ejemplo de superación personal.
La edición es tan mala como la
entrevista misma, pero intentaré ir paso a paso.
En un primer momento, Magaly le
pregunta quién impone la disciplina en casa y Ergenc, muy tranquilo, le
responde que es él. Él impone la disciplina en el hogar Ergenc-Korel. Ella se
ríe con la bocota abierta y esa risa que imposta más falsa que cariñito de puta
o moneda de tres nuevos soles. “No te
creo”. Le dice. Y él, al escuchar al traductor, pregunta asombrado e
inclusive mortificado diría yo. “¿No me
cree?” ¡Es un turco musulmán! ¿Quién te imaginas que manda en esas casas? Burra de mierda.
Luego, le pide que recuerde alguna
anécdota o momento de la novela que guarde en su memoria de manera especial. El
actor cuenta que rió mucho cuando su personaje Onur le compra a Sherezade una
mansión a orillas del Bósforo por 100 millones de dólares y la bella y engreidísima
novia le manifiesta que debió consultarle primero antes de proceder con la
compra. Ergenc sonríe al recordar esa reacción pero seguramente quiere pegarse
un tiro cuando escucha la de Magaly: ríe y dice “yo no hubiera dicho lo mismo ja, ja, ja.” ¡Es una telenovela,
pedazo de pelotuda! ¿Quién carajos crees que te va a comprar un palacete
otomano a orillas del Bósforo de 100 millones de dólares? ¿El notario? ¿Ney Guerrero?
A continuación, la Medina dicta una
cátedra de bienes raíces. ¿Existen casas de esos precios? pregunta. El actor le
comenta impasible que en tiempos de la telenovela allá por el 2009 las casas a
orillas del Bósforo costaban 100 millones de dólares. pero que en la actualidad
los precios podrían estar entre los 200 y 250 millones de dólares.” ¡Wow! ¡Más que en Beverly Hills! “ Y
otra vez “¡wow!”. Magaly demuestra
que no es más que una nueva rica prejuiciosa cuyo único referente de barrio
rico es Beverly Hills. No tiene la más reputa idea de lo que puede costar el
metro cuadrado en ciudades como Tokio, Londres o Tel Aviv. Sólo en esta
putrefacta y mal oliente ciudad Bragagnini se da el lujo de cobrar 5,000
dólares por metro cuadrado. Su conocimiento del sector inmobiliario se reduce a
dos wows. Mágico.
En seguida, Magaly le pregunta “¿Sabe algo de Perú?” A ver… Al tipo lo
han contactado, han organizado y coordinado una entrevista para la televisora
de (oigan bien) PERÚ que emite la telenovela que protagonizó años atrás y
¿crees que va a ser tan huevón de contestar, que no sabe nada de Perú? Así
nunca en su perra vida haya escuchado nombrar a Perú estoy segura de que a él
no le faltaría la inteligencia para hacer la tarea y googlear Perú. Don Onur sorprendió diciendo que sí había escuchado
de Perú, inclusive la hermana de su esposa había vivido en Lima y él, súper polite, dijo que amaría visitar Perú.
Un zorro viejo bien entrenado en el
oficio habría terminado con el tema allí mismo, pero eso es mucho pedir para
alguien cuyo entrenamiento diario consiste en entrevistar a Guty Carrera y ver,
como dice mi sobrina de 4 años, las noticias de Peluchín. Que si nos dejamos de
huevadas no difieren mucho de las que leen Mónica Delta y Eduardo Guzmán por
las noches. En fin, no pudo resistir preguntarle por la comida peruana y el
ceviche. Ok. Vaya y pase. Una vez más la puta gastronomía y todo el cuento
Gastón Acurio. Pero lo que hizo con el pisco se pasó de castaño oscuro.
Durante la entrevista se aparece un
asistente de producción con una botella y Magaly le cuenta al actor que está a
punto de probar el pisco peruano, “un
licor hecho de uva”, “el licor
nacional del país que se está importando”, “la versión peruana del tequila mexicano”. Mátenme. Que un cocodrilo
me devore las orejas. ¿De dónde lo
estamos importando? ¿De Chile? ¿Es el licor nacional del país? Magaly “cero en semántica” Medina. ¿Y la
analogía con el tequila? Lo único que se me ocurre que pueda ser comparable es
que ambos licores te emborrachan y te dan una resaca tan fea que te hace desear
la muerte a martillazos. Do you like?
Y más risas ja,ja,ja.
En otro momento de la entrevista
Magaly mete su nariz en otro tema del que sólo conoce la canción del taxi y el ras
tas tas. Halit Ergenc también es un buen cantante y ella indaga sobre sus
gustos musicales. Él le habla de jazz, ópera, algo de pop y que nombraría a
Duft Punk y a Bjork como sus favoritos. Magaly enmudece. Cri cri cri. Ríe (otra
vez) ja,ja,ja. Cero comentarios. Si
los hizo, se los editaron porque ella cambia de tema más rápido que
inmediatamente y habla de los paparazzis y el acoso de la prensa.
El turco argumenta con sabiduría y
sale recontra bien parado con una respuesta sobre el equilibrio y el balance
muy articulada indicando que su relación con la prensa es muy buena y de
respeto mutuo. Punto para Onur que no le da de comer.
Al final, ¡llegó la hora de los
regalitos! La pashmina de baby alpaca para Sherezade, la chompita para el
chibolo y un par de chullos para el galán de ojos azules. “Estos se llaman chullos en el idioma quechua de nuestros ancestros.”
¿Vieron al cocodrilo? Que venga por favor. Le faltó la otra oreja. Borriquilla, para tu conocimiento general
el quechua junto con el aymara y el castellano son las lenguas oficiales del
Perú. Y el quechua es hablado por más del 10% de la
población en la actualidad. En primaria enseñan eso. Por si acaso.
El actor turco parece un hombre
cortés, serio y prudente. Escucha al
traductor y se toma el tiempo para pensar antes de responder las estupideces
que le pregunta la peruana y a pesar de eso demuestra su profesionalismo y
paciencia ante semejante numerito.
No soy vidente, tampoco sé leer la
mente, pero apostaría mi dinero a que el buen don Onur estuvo aliviado de haber
terminado con la entrevista y pensar: “por
eso las encerramos, les tapamos la cara
y les damos duro carajo para que aprendan a no abrir el hocico para
decir sandeces.”
Cuando no haces la tarea, cuando sólo
lees el Trome y la Cosmo, cuando tu soberbia te hace creer que le has ganado a
todos, que no tienes nada más que aprender, cuando en lugar de cultivarte , de
comprar libros, prefieres gastar tu dinero en implantes y vestidos, sales al
mundo y te dan en la más fea de las madres develando tu miserable nivel
cultural, profesional y personal. Do you
like?